miércoles, mayo 10

De a dos

Acomodate, pero vení cerca... un poco más. Estoy acá, junto a vos, acariciando tu mano. Estamos tranquilos, nadie molesta. Parece como si el paisaje fuera nuestro.
Miramos una foto del verano anterior en tu celular y me sonreís. Sabes que querés vivir muchas más experiencias en mi compañía. Yo también sonrío, descubro que en tus ojos me puedo acobijar.

Adoro tus brazos, esos que me rodean cada vez que estamos compartiendo un silencio preciso, disfrutando de algo a la par. Estamos los dos concentrados mirando el horizonte, que de sol se llena y de purezas nos habla.

Te observo tomando una foto, concentrado, convencido de que captaste el momento exacto. Noto tu liviandad propia de un viaje y anhelo ser esa foto, para siempre, en vos.

miércoles, mayo 3

El tiempo

Inclusive cuando ya no haya nadie, te vas a dar cuenta que hay mucho. Todos los momentos que pasas, son vida. Disfrutarlos te nutren de notas musicales dulces. Olvidar te prepara para lo que viene; vacía una parte de vos para llenarla de otras emociones, más contundentes y similares a tu templanza.

Cuando alguien te haga hermosa apenas te mire, esa mirada irá tatuada y no habrá forma de quitarla.

Cada sensación que encuentres, cuando hasta el simple tacto de su mano te estremezca no olvides. 

Nadie te dice que hay cosas en la vida que no pueden esperar, que no pueden ser mañana. Simplemente no hay tiempo para aquello, porque es el tiempo el que deteriora corazones ilusionados.

El tiempo es una fuerza que va sin pedir permiso ni fijarse a quién (ni qué) se lleva por delante. Habrá que tomar provecho de esa fortaleza y arriesgarnos para no ser olvidados.

martes, marzo 14

La histeria..

Te quiero porque hacés que todo tenga tu impronta con sólo admirarlo. Te quiero porque a veces jugás a olvidar que vivís en el mismo mundo que yo. Te quiero porque adoro acompañar tu mente, por los bosques donde esté explorando, y sorprenderme una vez más de tu simpleza. Te quiero porque te admiro en tus detalles y fallas, aquellas que no encuentro, pero supongo que deben existir. Te quiero porque hallas en mí un secreto, que yo no me atrevo a descifrar; vos lo sabés y me cuidas de ello. Te quiero porque tus ideales se parecen a los míos y, en cuanto sale el sol, sé que es posible cumplirlos con vos. Te quiero y no me bastan las palabras para pintarte entero. Necesito que seas lienzo y pincel para poder hablar de vos. Te quiero, me escondo... y te vuelvo a querer. Entiendo cuán difícil puede ser saberme queriéndote, pero acá estoy... Me transportás, eso hace posible que yo crea en tu magia. Conocerte me cambió y me obligó a dejarme de lado para poder deleitarte entero. 

Y ahora que te queda en claro que te quiero puedo, muy tranquila, volver a quererme a mí misma.

martes, junio 14

Picaflor.

Los ojos que retratan amor,

no son lo que creés.

Lo juro,

no lo son.

Los estímulos

van dejándolo insatisfecho,

y se desgarra de a poco

por la influencia

que sus manos no entienden,

como tampoco su mente,

porque la historia nunca le contó.

Monólogos de un amor impuntual.

Me iba a quedar con las ganas y te iba a dejar a un costado. Quería que vieras que no me importaba, cuando en realidad sí, pero lo que me dijeron es que no debo darte tanta importancia, porque al fin y al cabo sos uno más, uno de esos que llegan para irse y todo ese cuento chino que no quise oír. Tal vez ahora, que estás escuchando, tenga una mínima esperanza de que pueda llegar a verte hacia mí. Sí, lo estoy esperando y no porque crea que sos el amor de mi vida, simplemente porque me da gusto verte. Es sano pasar por la puerta de tu casa y saber que allí comienza tu historia. También es bonito mirar lo que miras y oír lo que escuchas... Es tan simple como sentir, ¿no crees? Dejarme llevar un poco es lo que estoy haciendo, espero que no te de miedo. Suelo volar un poco más alto de lo que mis palabras pueden llegar a expresar... Por favor, quedate. Dejame probar esta última chance, esta última pitada del cigarrillo... Quizás vengas luego a explicarme que lo hiciste por mera educación y cortesía. No me va a importar. Quisiera poder mirarte un rato más, si no te molesta, porque hay cosas que no puedo mencionar con la boca y solamente el silencio podría retratarlas como una pintura naif... Es tan simple, amor mío. Comenzar es tan simple...

miércoles, mayo 25

Aguas blancas

Vine para salvar
almas con piezas
para armar.

Vine a recurrir
a la sal
para sanar.

Vine y me quedaré.
Esperaré algún momento
y entonces me quedaré.

Lo que no podes ver por estar mirando al suelo.

Algunas caídas te sirven para rearmarte y entender que no fue grave la caída, sino la forma en la que vos estabas a la hora de caer, encaprichado en no querer volver a levantarte. Una vez que te decidís dejar atrás lo que no te hace avanzar, todo fluye y la gente/situaciones/sensaciones que no sirven, abren paso... ya podes caminar con el objetivo en claro.

jueves, abril 7

La voz de Lisandro Aristimuño.

La mente pretende no equivocarse como el corazón, pero es el corazón quien termina siendo más sabio. 
Y ¿quién dijo que es extraño esperar cosas buenas de un escudo derrotado? 
Tal vez no esté queriendo decir lo que guardo.... Cada vez que me siento a escuchar algunos de sus cuentos en prosa, entiendo cuánto esperé de vos. 
Volvería hasta donde conocí ese rostro de mar y respiraría hondo una vez más... Volvería a quedarme con aquel viento desvergonzado. 
Pausaría tus muecas en aquel instante calmo; me abrigaría para quedarme más tiempo allí, conmoviendo tu pecho. 
Te pido por favor que no desnudes mi presente si sabes que tenes todo un cielo anhelándote. No me quiero quedar en la ventana mirando lo que huye despavorido. 
Sabés que hay un alma que dejaste a un costado y en vano. 
Y no es que quiera conmoverte. 
Vos decías que yo debí haberte querido un poco más. Yo digo que es tarde para irse...
 Lisandro canta y puedo escucharte respirar. Lisandro canta y vos seguís siendo un paisaje en el que quiero estar.

domingo, abril 3

Tilde.

Estoy en otro lado
no puedo evitarlo. 
Me colmé de emociones 
que nacen 
y mueren 
y siguen viviendo. 

Estoy en otro lado. 
Le dije que lo quiero
dormida 
endulzada en mi padecer. 

Me colmé de entusiasmos 
efímeros 
y le di el brazo 
al torcer del día. 

Llegué al punto final 
bajé la mirada
y sonreí. 

Utilicé mi respiración 
como arma 
para romper la trinchera 
y recuperar imágenes ideales.

jueves, marzo 31

Percepción nocturna.

Moviéndose, llega
Inclusive atraviesa,
Lejos de toda sospecha
Del éxtasis que provocan
Las hojas de la primavera
Y el olfato convincente.

Moviéndose, llega.
Inclusive atraviesa,
Despedaza y mal logra
Algo que tenía esperanzas de ser.
O quizás no...

Quizás no en la noche,
Esa que dice sin decir,
Esa que oculta y aún se ve,
que comienza en lo celeste
Y termina en lo incesante.

Vuelca,
Asume,
Toca...

La noche
No es un momento,
Sólo eternidad.

viernes, marzo 25

Aurora está dormida.

Culminaba la noche
y sus pupilas seguían
denotando lo infinito.

Su mano rozó 
el rostro de porcelana
de ella.

En su mejilla,
halló calidez
y un escape.

Volvió a besarla,
la tomó de las manos
y escuchó su respirar...

Intentó no pensar
cuanto podría llegar
a quererla.

miércoles, marzo 23

En la quietud.

Te vi y asomé,
en mi lucidez,
las espinas de algún augurio,
que lograría dejarnos libres de todo susto.

Otra vez estábamos juntos,
colmados de risa y
atesorando el valor de nuestras premisas.

Tomada de mi mano
sorteaste tu aniñada sonrisa
por la esencia que nos caracteriza.
Terminamos brindando por los nuestros
y celebrando algún recuerdo.

Me cohibiste un poco,
me atolondró tu astucia.
Tanto delirio derrochado
en canastos de ropa sucia.

Sólo quería decirlo,
sólo pasé a dejarlo...
Todavía siento ese destello,
todo este tiempo me sentí viejo.

En elevación me quedé observando
tu silueta,
la mía,
y el dios que nos empuja.

Siempre te deseé,
como un villano desea a su bruja.

domingo, marzo 20

Somos.

Somos lo que disfrutamos y lo que no sabemos ver. Somos lo que lloramos y lo que dejamos pasar. Somos la simpleza en una acción o la complejidad de una canción. Somos la puesta de sol, y algunos la luna establecida.
Somos lo que queremos ser, como también lo que deseábamos hace un tiempo. 

Ene.

Mientras te escribo,
la vida pasa
y no es más que una simple amenaza
que la gota caiga
y me desaliente en su simpleza.

Hay errores que pagar,
como momentos que cerrar.

Todos soltamos alguna vez
algún imán que nos ataba.
Todos sentimos al revés,
sin saber que nos mataba.

martes, marzo 15

Ella.

Creía en banalidades,
pero anhelaba
un amor.

Suspiraba un poco más de lo que se acostumbra,
y hasta le quedaban ganas de arriesgarse.

Nadie podía entender su búsqueda interminable,
que ya había dejado de ser mundana;
conservaba la actitud de exploradora y
la materia de atolondrada.

Acogía sus letras como tesoros
y decoraba en el aire destellos por si acaso.
Ya era tiempo de sincerarse con el destino,
pero ella seguía desdibujada en la ciudad.

martes, marzo 1

Sin quietud.

No tengas miedo.
Nadie puede manejar el tiempo,
ni las circunstancias.

Lo que soñás,
tiene un lugar en la Tierra.
Sonreí un poco más,
ese amor está por llegar.

Y, por favor,
no temas.
Se requiere tiempo,
nena.

En el mientras,
podrías ir amándote
a vos misma.

miércoles, febrero 24

Atemporal.

¿Como llegamos hasta donde está la otra persona? Porque a mí parecer, todos tenemos un tiempo y un espacio, y aunque transitemos la misma línea temporal, algo nos aleja; alguna especie de cuerpo cósmico, o será eso a lo que le llaman cobardía. ¿Y de qué se nutrirá la cobardía? Si hemos pisado lugares y vivido momentos por cuenta propia, y también conocimos seres que respiran de igual manera... ¿La cobardía no impediría todo eso? El miedo paraliza, no deja lugar a un encuentro ameno con la vida. Y a pesar de todo, cuando despojados de miedo... algo siempre nos aleja. ¿Qué es? ¿Alguien podrá saberlo?

domingo, febrero 21

Rehacer.

Ya no tengo nada para reclamar... Tu rostro desaparece parcialmente y mi risa se desmorona, como un castillo de cartas. Ya no estamos tirados en el pasto riéndonos y chocando nuestros labios. Vos ya no hablas, yo tampoco. Nos miramos y bajamos la cabeza. Te levantas, como decepcionado, y te vas, quien sabe que tan lejos, quien sabe que lugar nos espera para el próximo encuentro... Entonces yo también me levanto y te sigo. En unos segundos desapareces y la ciudad gira, gira descontrolada. Me levanto agotada, recordando tu sonrisa brillar por obra del sol de verano. Y tu piel, tu piel seguía igual de oscura y reluciente. Tus manos recorriendo mi espalda y tu boca buscando la mía, tanto como mis pupilas buscando tu consuelo.
Me detuve en el recuerdo. Supe cuan lejos esta eso de regresar. Lloré. Recurrí a una comunicación grata con vos. No contestás. Estás mirando para otro lado y, sin querer, dejas mi mensaje llevarse por el viento violento y terco. Vuelvo a mi órbita. Te veo en fotos. Recorro tu cara, tu camisa, tu cadenita... Sé que quizás todo este tiempo de fantasía me haya hecho añinarme tanto que no me sienta consciente ya. Entonces recurro a mi almohada y, la abrazo tan fuerte y con tanto anhelo, que mis ojos lentamente se van apagando. Justo cuando el sol comienza a quemar, mis párpados responden, hartos. En mi voz ya no aparece tu nombre junto con un reclamo. Empiezo a bostezar y desperezarme, como si nada de lo que hubiese vivido me estuviese afectando. Camino hacia la puerta y me digno a recorrer un día soleado mientras observo el sol escabullirse entre las copas de los árboles. Ya no tengo nada para reclamarte, porque ya no te tengo y creo que nunca te tuve...

¿A dónde llegas, cuando no encontrás?

De vez en cuando, un bichito deja sus huellas en la arena pero el viento sabe que puede llevarse todo de un minuto a otro, sólo porque sí, sólo para demostrar poder.

Ese viento, tal vez, sea mi propia cabeza.

Alguien ocupaba un espacio en mí, al que renunció ese mismo día. Alguien... pero nunca supe quién.
Mi conciencia dolía. Mi conciencia, herida, quiso borrar, esos pasos pesados.

Callé. Algo que no me dejó hablar... Un silencio puntual... Mis palabras estaban cada vez más apretadas. Y mi vergüenza cada vez más protagonista. Y mi sonrisa cada vez más prófuga.

Para los días de la vida.

La vida no se trata sólo de disfrutar lo que nos gusta. Hay que aceptar que habrá otras cosas que no sean de nuestro agrado y son esas mismas cosas las que nos hacen aprender, reflexionar, comparar. Si pudiéramos elegir lo que queremos vivir, sería fácil y los juegos fáciles no tienen sentido...

viernes, febrero 19

Ahora... ya.

Si querés algo,
es hoy,
no esperes a mañana.

Mañana es olvido,
hoy es el recorrido.

Conocete y
date a conocer;
no todo lo que ves,
es siempre lo que crees.

martes, febrero 16

Tuve tu amor.

Voy a hacer lo posible por hacer de este lugar en el que habito, un espacio para dos, para que veas que no tengo nada de maldad y podes confiar en mí, que todo será impecable cada vez que estés tomada de mi mano... Eso, apoyá tu sien sobre mis hombros. Vas a entender un poco la distancia entre el cielo, el mar, la profundidad y todo aquello que puedas ver...
Todo lo lejano se entrelaza. Nuestros ojos sólo poseen cierto alcance. Luego lo demás se confunde, se mezcla con el fondo y los detalles van formando parte del todo. Eso que ves allá a lo lejos, seguramente no sea lo que crees. Por eso, quedate conmigo...

Todo se quedó quieto unos minutos y fue bello a pesar de la catástrofe; lo vivido ahora tiene un sentido.

Estela.

¿Cuándo vas a aprender que en los libros y películas, puede que sean hechos reales, pero exageran todo, lo pintan todo del mejor color y te dejan con la ilusión de que algo pueda a llegar así realmente? Los perfumes no unen a las personas. Lo que los une es algo mucho más intenso, va por otro carril, tiene otra vibra y no se percibe por la nariz...

lunes, febrero 15

Juego de ansiosos.

Y no podes esperar,
te carcome la paz.
Seguís hablando de más
sin poder atrapar
esa sencilla ilusión
que deja todos a un lado.

Tal vez lo podrías dejar
para otra ocasión,
pero no será lo mismo.

Perseguirlo es la cuestión,
quedarse quieto no es opción.
No soportarás
ni un segundo más
para saber lo que se siente.

Primero vos,
después el resto,
porque todo puede esperar
menos esa meta
que no te deja descansar.

jueves, febrero 11

Sín tocar la puerta.

¿Cuánto espacio falta para que pueda sentarme a tu lado a ver la noche caer? Tu cuerpo es sinónimo de llegada, en la que se encuentra mi estela prendida a tu esencia, como una simple cosquilla que repercute todo en mí.
Debería preocuparme al verte camino hacia mí, y olvidarte cuando abolís tu presencia, mas no en mi pecho, colmado de porciones del alba, subyugado de eternidades en nuestra intensidad.
En tu cielo yo elijo; en tu tierra sólo existo, ya que no puedo ser tocada, ni sentida, ni anhelada. Únicamente obtengo el brillo de tu pena, en vísperas de un momento íntimo, en el que no podemos unirnos como las almas de dos amantes.
Pertenezco a tu cruel perímetro azaroso, lleno de preguntas como de señales torpes y perennes en la estela de un surcado camino de sentimientos abstraídos.
Existen simples marionetas que manejas sólo con tu mirar y eso suele alejarme, como atraerme y gobernarme.
Quiero dedicarte una flor color sol y decirte que si el tiempo corre, correré con él, para asegurarme de que al menos lo intenté, me arriesgué y superé mis límites por una milésima en tu universo.

Neptuno.

Quizás hay algo que me pertenezca en este mundo... y es la fuerza de saber soñar con los pies puestos sobre la tierra y los ojos en el horizonte. Cómo me gustaría que esa sensación apareciera cuánto más la anhelo, cuánto más deseo escabullirme en mi mundo por un ratito.

Me quiero sentir como cuando no había nadie que me frenara en mis emociones, aunque luego había guerras contra mi pequeña pena; porque hay un grueso espacio entre lo que fui, lo que podía sentir y mi realidad ahora.

Quiero volver a ser una nena. No depender de un amor, de un cuerpo tangible, de alguna voz que escuche tus ecos de dolor, sólo un par de ojos cerrados y un corazón de gelatina.

miércoles, febrero 10

Abesarte.

Tenía miedo de volver a besarte. Tenía miedo de volver a sentirte como antes...
Cuando te besé, supe los estragos que hizo el tiempo para que lograramos ser más que amigos y menos que risas de un día.
(¿)No se puede regresar(?), aunque seguís en cada rincón de mi mente, atolondrado en mi remolino de imágenes dispersas y pesadas, como adoquines...

Horizonte.

¿Por qué la noche se sentirá así?
Empapada y tan pura de existir...
Será que no hay mejor método para la nostalgia
 que ver el cielo oscurecer.
O quizás es el sol, 
que descansa en su quietud, 
lo que me hace extrañar las calles iluminadas.

Sin embargo, 
mientras el tiempo me deje apreciar el atardecer, 
yo pondré mi mente a memorar 
tiempos remotos.

Sensaciones ocupas.

¿Quién me sacó la libertad? La respuesta es: mi propia mente. Las sensaciones que nos invaden, aparecen para hacernos despertar. Y no toda sensación aparece de golpe, algunas están desde siempre. Por eso, cuando vienen, hay que abrirles la puerta, dejarlas pasar y reflexionar con ellas. A veces son necias, otras veces pueden irse sin haberlas echado. Son sencillas, la mente es la que las pone a prueba. Mientras, hay que prestarles atención. El motivo está allí detrás, descubrirlo es una opción... y a veces no hay dos.

lunes, febrero 8

El pintor.

Mirarte es el momento en que el pintor toma con tanto anhelo su pincel y comienza a apoyarlo dulcemente sobre el papel, dejando que su mente se sumerja en su inconsciente y sus dedos atiendan el paso. Mirarte es ser ese papel tan maltratado por las precisas cerdas, por los rasguños graduales de ese trazo. Pintarte en mi mente sucede en tanto mis sentidos dejan de percibirte cerca, en tanto la noche se hace más íntima y la cordura juega el rol de mediador entre la pasión y la estabilidad.
Quiero borrarte, como si fuera diluyente de ese óleo pertinente. Quiero tenerte, como el pintor puede adquirir esos tonos que todavía se exhiben en el papel. Quiero deshacerme de tu imagen tan perfecta, dibujada por mis manos o, más precisamente, por mi debilidad.